A los alumnos de 4º curso de ESO del Centre Escolar Roig Tesalia, les preparé una actividad que ya había realizado anteriormente con éxito con alumnos de primaria y que les sorprendió bastante por lo de poco usual. Generalmente en plástica se representa aquello que es captado por la vista o bien se da forma a objetos que recordamos. Esta vez el reto era representar gráficamente sensaciones captadas a través del sentido del oído, del tacto y del gusto; un ejercicio que llama a la introspección y a la imaginación, pues se trata de dar forma y color a conceptos abstractos tal como: molesto, agradable, suave, áspero, rítmico, estridente, rápido, dulce, agrio… y un largo etc. de calificativos.
Desarrollé la unidad didáctica en tres sesiones, una para cada uno de los sentidos, comenzando por el del oído para ayudarles a desligar el estímulo auditivo de una forma física y previamente les dí las claves: debían representar utilizando puntos, líneas, manchas y el color como elementos gráficos de expresión.
Los alumnos de ESO, al ser menos intuitivos, más racionales y estar más condicionados por una representación figurativa, realizaron sus primeros dibujos menos abstractos y originales que los alumnos de primaria -más libres y expresivos-. Tras el análisis y comentario en grupo de sus trabajos, pudieron desligarse de su bagaje icónico e interpretar aquellos sonidos, materiales y sabores con su lado más emocional.