Siempre me ha fascinado la pintura mural de las casas pompeyanas y renacentistas; su capacidad para crear ambientes imaginarios y de jugar entre la ficción y la realidad.
Como pintora, quise experimentar esa dualidad, aprovechando su función decorativa, y realicé dos trabajos de pintura mural a modo de trampantojo.
Se llama trampantojo a aquellas pinturas que reproducen fielmente un objeto o espacio, creando una sensación de máximo realismo. Los trampantojos generan ilusiones ópticas que engañan a la vista.
CHIMENEA
1994. Realizado con pintura acrílica sobre pared, para decorar la sala de una vivienda.
Reproduce una chimenea de estilo Luis XV.
Medidas: 88,5 x 108 cm.


PAISAJE
1993. Realizado para decorar la puerta de la entrada de una vivienda.
Representa un paisaje visto desde un pórtico imaginario de columnas jónicas. El paisaje está pintado al óleo sobre madera y el marco de la puerta y una zona de la pared están pintados con pintura acrílica.
La pintura de las columnas pasa sobre el marco y la pared para acentuar más el efecto de camuflaje y que la puerta quede totalmente disimulada.
Medidas: 98 x 214 cm.
En la zona centro-derecha se observa la reproducción de «Villa Chiericatti», construcción del arquitecto renacentisa Palladio.



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